Adventistas
Volver a BlogJesús Dijo: creéis en Dios, creed también en mi.
Creéis en Dios, creed también en mí.
Cuando los fariseos buscaban a Jesús para prenderlo o capturarlo dijo algunas frases que suscitaron algunas dudas o preguntas entre los Judios....
Entonces Jesús dijo: Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros e iré al que me envió.
Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir.
Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿Adónde se irá éste, que no le hallemos?
¿Se irá a los dispersos entre los griegos, y enseñará a los griegos?
¿Qué significa esto que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir?
Juan 7:33-36
Luego más adelante Jesús nuevamente les recuerda lo anterior a sus discípulos....
Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir. Juan 13:33
Como podemos ver también esto también suscitó dudas en sus discípulos...
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Y si me fuere y os prepararé lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy vosotros también estéis.
Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pués, podemos saber el camino?
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Juan 14:1-6,11-14
Ahora pregunto ¿Creemos en Dios? ¿Creemos en Jesús? y si tu respuesta es sí, entonces ¿porque no podemos realizar las obras que Jesús hacía?
Para responder a todas las preguntas anteriores vamos a responder según las escrituras.
Primero
En el libro de Hebreos Pablo nos enseña a que debemos obedecer y si Jesús dijo que todo lo que pidieramos a su padre en su nombre él lo haría. La pregunta ahora es ¿en nombre de quien pedimos perdón por nuestros pecados? si Jesús es el único a quien Dios le confirió el papel de sumo sacerdote. No hay otro nombre dado a los hombres bajo el cual haya salvación. Y si Dios pide obediencia, ¿estamos guardando sus mandamientos? según los escritos en Éxodo 20. También nos dice que debemos aprender a oír el mensaje de Dios.
Y también lo que escribió es algo que es difícil de entender y difícil de explicar, pero como el ya lo explicó veamos....
Salvación para los obedientes.
Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec.
Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.
Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
Acerca de esto hay mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos en oír.
Hebreos 5:5-11
Vemos también que aparece un personaje (Melquiesedec fue a quien Abraham entregó el diezmo del botín, cuando no existía el sacerdocio Levítico, debe haber sido un ser superior con vida eterna.)
Segundo
Pablo explica que el papel que desempeña Jesús es el de sumo sacerdote y el lugar en donde lo desempeña es en los cielos, siendo que él tuvo empatía y murió en nuestro lugar en forma humana o según nuestra semejanza.....
Sumo Sacerdote Compasivo.
Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Hebreos 4:14-16
Tercero
Según lo que Pablo enseña, el sacerdocio acá en la tierra concluyó con la obra de Jesús, por esa razón es que pablo en otro lado dice que la ley fue clavada en la cruz, y no porque los mandamientos hayan sido eliminados, si no que a lo que él se refiere, es a que el sacerdocio terrenal era símbolo del sacerdocio que ahora ejerce Jesús en el santuario celestial, del cual el libro de apocalipsis es escenario....
Fin del sacerdocio levítico.
Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio.
Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto,
no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible.
Pues se da testimonio de él:Tú eres sacerdote para siempre,Según el orden de Melquisedec.
Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.
Y esto no fue hecho sin juramento; porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le dijo:Juró el Señor, y no se arrepentirá:Tú eres sacerdote para siempre,Según el orden de Melquisedec.
Hebreos 7:14-21
Cuarto
Hace referencia a un nuevo pacto el cual constituye a Jesús como sumo sacerdote intercesor entre Dios y los hombres, debido a que Jesús no muere, por lo tanto estará allí hasta que se termine el tiempo de la gracia, él no tiene que presentar sacrificios por sí mismo, ya que está libre de culpa. Y a que jesús es nuestro fiador, es quien pagó y murió una sola vez, por nuestros pecados, por los que creemos en él y también por los que creyeron en él, es a quien simbolizaba el cordero puro y sin defecto en el santuario terrenal, el cual se sacrificaba y con su sangre se limpiaban los pecados de los pecadores, por eso cuando Juan vio a Jesús, se refirió a él diciendo este es el cordero que quita el pecado del mundo.
Jesús Nuestro Fiador.
Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto.
Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar;
mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;
por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Hebreos 7:22-27
Quinto
También nos explica que Jesús se encuentra en este momento en el santuario celestial el verdadero del cual tomó Moises la imagen, para realizar el terrenal, el cual era símbolo del verdadero el cual se encuentra en el cielo, y en ese verdadero santuario Jesús intercede por ti y por mi en ese verdadero santuario, no importa qué pecado hayamos cometido él está allá intercediendo todos, por que en la palabra de Dios dice: si vuestros pecados fueren como la gana, como la nieve seran enblanquecidos; y si fueren rojos como el carmesí vendrán a ser como blanca lana.
Santuario Celestial.
Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre. Hebreos 8:1-2
Sexto
En el punto siguiente podemos ver que cuando pablo se dice pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazon las esciribiré; a lo que pablose refiere al un nuevo pacto y no está hablando de los mandamientos de Dios, los cuales fueron escritos en tablas de piedra, y en la biblia no se encuentran indicios de que hubiesen cambiado, en especial el cuarto mandamiento el cual hoy en día se encuentra olvidado. También podemos decir que en Romanos Pablo pregunta y se responde: ¿Entonces anulamos la ley? de ninguna manera, porque por la ley se conoce el pecado. Y nosotros podemos decir que sin pecado no existiera la gracia, no tendríamos necesidad de un sumo sacerdote. Además también podemos agregar que los mandamientos fueron cambiados mucho después de la resurrección de Jesús, por lo tanto no es por eso que se guarda el Domingo como día del señor, además los mandamientos ya existían desde antes de la creación debido a que simbolizan el carácter de Dios y Dios no cambia. ¿Tenemos a Cristo en el corazón? quien es el único que puede perdonar pecados, recordemos que él dijo que todo lo que le pidiéramos al Padre (refiriendose a Dios) en su nombre él lo haría, ¿le hemos pedido perdón por nuestros pecados?. El nuevo pacto es Jesús Nuestro Fiador según lo que vimos en el punto Cuarto. Hebreos 7:22-27
La Ley de Dios en el corazón.
Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo;
Y ninguno enseñará a su prójimo, Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; Porque todos me conocerán, Desde el menor hasta el mayor de ellos.
Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer. Hebreos 8:10-13
Séptimo
Pablo nuevamente refuerza el tema del Santuario y explica a lo que se reviero con el nuevo pacto.
¿Cómo se encuentra nuestra conciencia? siendo que Jesús nos enseño que nuestros malos pensamientos también son considerados como pecados.
¿Queremos servir al Dios vivo? Aca vemos como tanto los que participaron del primer pacto y los que participamos del segundo podemos ser limpios de todo pecado.
Un santuario terrenal y otro celestial.
Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal. Hebreos 9:1
Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,
¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Hebreos 9:11,15
Octavo
Ahora que ya sabemos que acá en esta tierra no hay sacerdote que pueda quitar pecado, podemos venir acercarnos confiadamente y doblar rodillas frente a Dios y rogar por el perdón de nuestros pecados, y Jesús mismo nos perdonará en el mismísimo cielo en lugar Santísimo.
Plena y hermosa seguridad.
Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,
por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,
y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Hebreos 10:19-25
Noveno.
Para creer en todo lo anterior necesitamos tener fe, porque el santuario celestial no se ve, y ¿cómo creer en algo que no se ve?. Recordemos que Jesús sigue haciendo milagros desde el cielo y que cuando los hizó acá en la tierra decía tu fe te ha sanado, elogió la fe del centurión que pidio por su siervo quien se encontraba enfermo, diciendo ni en Jerusalén encontré tanta fe.
Por fe hoy en día hay muchos que se encuentran sanados de todo tipo de enfermedades, por que el cargo con nuestras dolencias, con nuestras enfermedades, con nuestras penas, con nuestra ansiedad, con nuestros miedos, con nuestras angustias, pero sobre todo cargó con nuestros pecados y si queremos ser salvos debemos creer que Jesús es Dios y que él existe. Porque Jesús decía creéis en Dios, creed también en mí.
La Fe.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Hebreos 11:1,6
Referencias bíblicas:
https://play.google.com/store/apps/details?id=santa.biblia.reina.valera.gratis&hl=es_GT