El mensaje del tercer ángel se encuentra en Apocalipsis 14:9-12.
“A los dos ángeles los siguió un tercero, que a grandes voces decía: «El que adore a la bestia y a su imagen, y acepte llevar su marca en la frente o en la mano, también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en la copa de su ira, y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero. El humo de su tormento subirá por los siglos de los siglos, pues ni de día ni de noche tendrán reposo los que adoren a la bestia y a su imagen, ni nadie que acepte llevar la marca de su nombre.» Aquí se verá la paciencia de los santos, de los que obedecen los mandamientos de Dios y mantienen la fe en Jesús.”
El primer ángel describe el lado de Dios en este conflicto cósmico entre Cristo y Satanás. El segundo ángel describe el lado de Satanás. Para concluir, el mensaje del tercer ángel exige una decisión entre los dos. Este último mensaje divide el mundo entero en dos grupos. Por un lado están los que adoran “a la bestia y a su imagen” y reciben “su marca en la frente o en la mano.” Del lado contrario están los que rechazan la autoridad de la bestia. Estos son los santos que “obedecen los mandamientos de Dios y mantienen la fe en Jesús.”
Observa el contraste entre los dos grupos opuestos. Los que reciben “la marca de la bestia” siguen ideas y prácticas convenientes creadas por el hombre. Algunos de ellos son cristianos profesos que eligen no seguir la Biblia y solo la Biblia. Los cristianos fieles a Dios, llamados “santos” en estos versículos, tienen como rasgos distintivos: la paciencia, la obediencia a los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.
Dios no quiere que nadie elija el lado de Satanás. Él ha preparado la salvación, a través de la muerte de su Hijo Jesús, para que cada persona elija su lado. No solo eso, sino que Dios ha preparado la recompensa más increíble para los que eligen seguirlo. Un cielo eterno de paz, amor y alegría espera a todos los que elijan el lado de Dios en este conflicto.
El factor decisivo es la adoración. ¿Adorarás a los ideas y prácticas humanas? ¿O adorarás a Dios y elegirás la magnífica recompensa que Él ha reservada para los que lo aman? ¿Estarás de su lado en este conflicto final?